El Atlético Monzón se salvó del descenso por su victoria ante el Caspe. Triunfo que fue festejado por la afición por haberse logrado la permanencia que tantos apuros y disgustos ha costado.
En cuanto al partido, digamos que no fue precisamente muy fácil para los monzoneros, pues se encontraron a un Caspe muy peleón y entregado que no renunció durante los 90 minutos al ataque, sabiendo plantear un guión con orden en defensa y resistencia y bien plantado en el medio campo. Además ejercieron una presión constante.
Al Monzón le costó bastante meterse en el área caspolina, y además se encontró con que en el minuto 10 de juego el Caspe tuvo un penalti a favor por un encontronazo de la defensa y el delantero Leiva. El lanzamiento lo detuvo Palau y a partir de ese momento arrancó otro partido.
El Monzón se encabritó y a renglón seguido se lanzó en busca del gol, que llegó en el minuto 23 por medio de Aly.
El Caspe no se resintió de este primer revés y continuó insistiendo y buscando el empate. El trabajo de Barriendos, Leiva, Escuín y Burillo intensificó en la zona ancha. Por los rojillos, Marcio, Valencia y Gerard hicieron un buen trabajo en el medio campo y Luis Costa luchando arriba para intentar ampliar la cuenta por si las moscas. En defensa, tanto Ramón como Malo, Campoy y Salva aguantaban las embestidas del rival.
Aly lanzó una falta desde fuera del área a la que respondió Ruiz con una fenomenal parada y así terminó la primera parte, con una corta ventaja local.
En la segunda parte el Caspe, pese a ser un equipo ya descendido, siguió luchando y resultó más enemigo de lo esperado conservando el orden en sus líneas, pero Aly anotaba el 2-0 en el minuto 60 en una galopada impresionante y de tiro cruzado baría a Ruiz. Tranquilidad por un tanto que suponía ya la permanencia.
El Monzón era ya dueño del partido, atosigando al Caspe, y Alcubierre, que salió por Luis Costa, hacía el 3-0. Era el minuto 90 y ya no hubo más tiempo que para festejar el triunfo y la permanencia.